El origen de la primavera se encuentra en los antiguos cuentos de la mitología, con Perséfone, diosa de la primavera.
Mientras Perséfone, Hija de Démeter y Zeus, jugaba distraída en el lago y recogía flores; Afrodita, le pedía a su hijo Cupido que flechara al sombrío deios del infierno, Hades. Cuando Hades surgío del volcán Etna, raptó a Perséfone, convirtiéndola en su esposa y diosa del inframundo. Démeter, su madre, no hacía más que buscarla por todos los rincones del mundo conocido, sin descanso.
Finalmente encontró el cinturón de la hija que había perdido en el forcejeo, lo que hizo que Démeter maldijese a la Tierra y todo lo que hubo sobre ella cambió radicalmente, el cielo dejó de ser azul y se tornó plomizo, los árboles perdieron sus hojas, desaparecieron las flores, las cosechas se marchitaron y los lagos y ríos se helaron completamente.
Apolo, el dios luminoso, ayudó a Demetér quien encontró a Perséfone, sana y salva. Al saberlo, Zeus fue a hablar con Hades, ordenándole que Perséfone sería su esposa durante seis meses y estaría seis meses con su madre.
La tierra florece y se llena de vida cada seis meses anualmente, que Perséfone se encuentra de nuevo con su madre Deméter.