El dengue en Argentina

Ante los sucesos ocurridos respecto al sorpresivo pico de Dengue que se verifica en una gran parte del país, creemos oportuno enviar esta comunicación a fin de aclarar dudas, informar y prevenir sobre este problema que se ha convertido en un problema nacional.

¿Qué es el Dengue?

Es una enfermedad viral producida por un grupo de virus llamados flavivirus (den1, 2, 3, y 4 respectivamente).

Se distinguen 2 cuadros diferentes dependiendo de qué tipo de flavivirus  sea el causante. El Dengue clásico y el Dengue hemorrágico.

El dengue clásico se caracteriza por la aparición de un cuadro de fiebre agudo, acompañado por malestar general, dolor de cabeza, dolor ocular, muscular y articular (se lo suele llamar fiebre “rompe huesos” por los dolores articulares que provoca). En algunos casos este cuadro se acompaña con la aparición de alguna erupción en la piel, o manchas tipo “moretones” o arañitas en la piel. También se dan casos de sangrado en encías, pero muy ocasionalmente, en general si se intentó bajar la fiebre con aspirinas. La duración de estos síntomas no supera los 7 días.

Este cuadro se presenta aproximadamente en el 20% de las personas afectadas, siendo que en el 80% restante puede pasarse la enfermedad sin aparición de síntomas. Esto resulta riesgoso ya que mucha gente puede haber estado afectada por esta enfermedad sin saberlo, y de ese modo estar más expuesto al segundo tipo de dengue más peligroso.

El Dengue Hemorrágico es menos frecuente, el 5% del total de casos clínicos. Incluye los síntomas del dengue clásico a los que se agregan manifestaciones hemorrágicas con aumento de permeabilidad vascular y anormalidades en los mecanismos de coagulación. El principal factor de riesgo para la aparición de este tipo de dengue es haber tenido una infección previa por otro serotipo de dengue, pero también influyen el origen geográfico de la cepa viral y la susceptibilidad del huésped. 

El síndrome de choque del dengue incluye el cuadro más grave de dengue hemorrágico, más los signos de choque: pulso débil y acelerado, disminución de la presión del pulso, hipotensión, piel fría y húmeda e inquietud generalizada. La enfermedad comienza de modo repentino con fiebre, y en los niños con síntomas leves de las vías respiratorias superiores, a menudo con anorexia, enrojecimiento facial y perturbaciones leves en las vías gastrointestinales. El estado del enfermo se deteriora repentinamente con signos de debilidad profunda, inquietud intensa, sudoración profusa y dolor abdominal intenso. El dengue hemorrágico es la forma grave de la enfermedad y produce shock y muerte si no se trata adecuada y oportunamente.

¿Cómo se transmite el Dengue?

Se transmite por medio de la picadura de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus.

Las hembras de los mosquitos requieren de las proteínas para producir huevos y por esta razón pican a los mamíferos para obtener estas proteínas.

Una vez que una hembra Aedes se alimenta de la sangre de un infectado con Dengue luego de 8 – 10 días, pasa a ser transmisor de la enfermedad de por vida, retransmitiendo de ese modo el virus a todas las personas que pique de allí en más.

Estos mosquitos son normalmente llamados “peri domiciliarios”,  ya que suelen habitar cerca de los domicilios de las personas utilizando para poner los huevos reservorios de agua limpia.

Sus horarios de mayor actividad son el amanecer y el ocaso, es ahí donde aumentan las posibilidades de ser picado.

Las picaduras del Aedes, en general, se producen en extremidades inferiores aunque no es excluyente.

Esta es la única forma de contraer Dengue, siendo imposible la transmisión de persona a persona. Sin embargo, las personas infectadas deben ser protegidas para evitar que otros mosquitos los piquen, pasando a ser nuevos transmisores del virus.

En nuestra próxima entrada mirá los mayores riesgos del dengue, y lo más importante, ¡cómo prevenirlo!

Ignacio Barbosa

Presidente
Bioserv S.A.