Feromonas, un agregado de valor para el mip

Primera parte: ¿Qué son las feromonas?

Los insectos viven en un mundo de olores. Utilizan estas señales olfativas para dirigir una variedad de comportamientos sociales complejos, incluidos el cortejo, el apareamiento y la puesta de huevos. Aunque los controladores de plagas y los entomólogos han estado al tanto de esta forma altamente sofisticada de comunicación durante aproximadamente cien años, solo en las últimas cuatro décadas nuestra industria ha comenzado a usar este lenguaje para desviar a los insectos plagas a través del uso de feromonas.

De manera natural todas las especies de seres vivos producimos feromonas para comunicarnos con los individuos de la misma especie a través de moléculas dispersas al medio ambiente y donde la distancia en la dispersión de estas moléculas estará determinada por la concentración producida, la edad del espécimen que la produce, la composición química del tipo de feromona producida , así como la dirección y velocidad del viento. Bajo condiciones naturales los insectos pueden identificar una molécula de una hembra a distancias de más de 100 km con el viento a favor.

Cuando hablamos de feromonas en el ámbito del manejo integrado de plagas, nos referimos a hormonas sintéticas que una vez liberadas en el medio ambiente alteran el comportamiento natural de algunas especies de insectos de importancia económica. Las feromonas para monitoreo de plagas de productos almacenados son una réplica de las moléculas producidas por los insectos de importancia económica y estas pueden ser sexuales, de agregación y alimenticias.

Ing. Sebastián Barrutia
Gerente General
Inoqua S.A.

Perséfone y el origen de la primavera

El origen de la primavera se encuentra en los antiguos cuentos de la mitología, con Perséfone, diosa de la primavera.

Mientras Perséfone, Hija de Démeter y Zeus, jugaba distraída en el lago y recogía flores; Afrodita, le pedía a su hijo Cupido que flechara al sombrío deios del infierno, Hades. Cuando Hades surgío del volcán Etna, raptó a Perséfone, convirtiéndola en su esposa y diosa del inframundo. Démeter, su madre, no hacía más que buscarla por todos los rincones del mundo conocido, sin descanso.

Finalmente encontró el cinturón de la hija que había perdido en el forcejeo, lo que hizo que Démeter maldijese a la Tierra y todo lo que hubo sobre ella cambió radicalmente, el cielo dejó de ser azul y se tornó plomizo, los árboles perdieron sus hojas, desaparecieron las flores, las cosechas se marchitaron y los lagos y ríos se helaron completamente.

Apolo, el dios luminoso, ayudó a Demetér quien encontró a Perséfone, sana y salva. Al saberlo, Zeus fue a hablar con Hades, ordenándole que Perséfone sería su esposa durante seis meses y estaría seis meses con su madre.

La tierra florece y se llena de vida cada seis meses anualmente, que Perséfone se encuentra de nuevo con su madre Deméter.